La administración concursal de Martinsa Fadesa, la compañía que fuera propiedad de Fernando Martín y el empresario malagueño Antonio Martín Criado, está poniendo a la venta distintos lotes de activos que en conjunto suman un precio mínimo de 68,8 millones de euros. Estas subastas se enmarcan dentro del proceso de liquidación en el que se encuentra la empresa desde hace un año.
En el último lote que la inmobiliaria saca a liquidación concursal destaca una finca con una superficie de 334 hectáreas ubicada en Antequera que tiene un precio de salida de 7,09 millones de euros, lo que supone una tercera parte del coste inicial del paquete, que asciende a 22,2 millones. La ficha descriptiva indica que el suelo no es urbanizable y está calificado como protegido de interés forestal, por lo que es ideal para usos de recreo o actividad agrícola.
En este nuevo lote de bienes a liquidar también sobresale la inclusión de dos campos de golf de 18 hoyos en Ayamonte (Huelva) que se ponen a la venta por 1,1 millones.
También se liquidarán mediante subasta dos suelos residenciales por un total de 2,25 millones de euros. El lote incluye varias viviendas por un montante conjunto de 700.000 euros.
La subasta se enmarca en el proceso de liquidación al que Martinsa Fadesa se vio empujada hace más de año, cuando a finales de 2014 no pudo refinanciar su deuda financiera de 3.200 millones de euros, ni pactar una renegociación del convenio de acreedores con el que 2011 logró superar el mayor concurso de acreedores de la historia.Tras meses de negociación infructuosa, los gestores de la promotora inmobiliaria acordaron solicitar la liquidación de la compañía, un proceso al que solo cuatro días después daba inicio el Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña, el mismo en el que en julio del 2008 recayó la gestión de la suspensión de pagos.
Los administradores que gestionaron la empresa durante aquel el concurso de acreedores han vuelto a tomar el control de la compañía (en estos momentos como liquidadores), para identificar los bienes y activos con los que cuenta Martinsa Fadesa, y una vez valorados, elaborar el correspondiente plan de liquidación concursal, que fue aprobado por el juez en diciembre de 2015 y que actualmente se ejecuta gestionando estos activos para intentar sacar el mayor partido posible de cara a tratar de resarcir hasta donde sea posible la deuda que acumuló la firma y que está en torno a los 5.800 millones.
El principal problema es la importante devaluación de los activos inmobiliarios. De hecho, las últimas tasaciones estimaban el activo de Martinsa en el entorno de los 2.288 millones de euros, de los que más de la mitad (1.356,5 millones) corresponden a locales comerciales, viviendas -terminadas o a medio construir-, plazas de garaje o solares, lo que no cubre ni la mitad de las obligaciones de la empresa. Por ello han propuesto al juzgado y están pendientes del visto bueno de la Audiencia Provincial, un plan de liquidación no convencional. Argumentan que sacar a la venta los miles de activos de Martinsa contribuiría a hundir más los precios en el mercado inmobiliario aún sumido en una crisis. Por ello proponen como alternativa obtener liquidez con los activos más fáciles de vender y, el resto, entregarlos en una gran dación en pago a los acreedores que puedan esperar para colocarlos en el mercado cuando se hayan revalorizado y así puedan recuperar una mayor parte de su inversión.
Actualmente decenas de profesionales trabajan en el concurso tratando de librar de cargas ciertos activos y confían en que la que está considerada como la mayor liquidación de la historia de España esté finiquitada en el 2017.