La situación de parálisis de la Hullera Vasco Leonesa eleva a más de diez millones su agujero, por lo que su plantilla demanda urgentemente una solución ante el incesante crecimiento de la deuda.
A pesar de que esta compañía fue capaz de superar la crisis, actualmente la incertidumbre pesa sobre esta referencia de la minería privada española que podría desembocar en su cierre, al menos en lo que respecta a la minería de interior, ya que la de exterior cuenta con la solicitud y autorización de la Gran Corta Pastora con la que la minera prevé extraer 6,3 millones de toneladas.
El personal ha expresado recientemente en los medios de comunicación su preocupación por la falta de soluciones, ya que cada día que la minera sigue paralizada las posibilidades de reanudar la actividad se complican y los números rojos crecen. Cada mes de inactividad supone unas pérdidas de entre un millón y millón y medio de euros. De ahí la necesidad de que cuanto antes se tome una decisión en firme sobre el futuro de la minera que, a juicio de los trabajadores, debería pasar por su liquidación concursal para la apertura de la puerta a posibles nuevos compradores. Porque, según el comité, el objetivo es mantener la actividad en el interior de las minas y los puestos de trabajo. La Administración concursal y la Junta de Castilla y León siguen trabajando en la búsqueda de soluciones que desatascar la situación de la que hasta hace unos años era la minera privada de referencia de España.
A pesar del cobro de la venta del carbón vendido en los primeros meses del 2015, el pago de la Seguridad Social, Hacienda, los servicios mínimos o en materia de seguridad está generando un agujero importante en el seno de la Hullera aumentando una deuda que lastra cada vez más la reanudación de la actividad. La empresa suma una deuda de 1,5 millones cada mes, una carga que se aliviaría si efectivamente el proceso liquidador se acelera procediendo a la venta de activos concursales que permitan solucionar este agujero que se acrecienta cada día.
En la actualidad la plantilla se encuentra inmersa en su quinto expediente de regulación de empleo (ERE) que expira el 30 de abril próximo.